8 patologías que provocan hernia de hiato

8 patologías que provocan hernia de hiato

La hernia de hiato es una patología que consiste en la subida del estómago al tórax a través del orificio del hiato esofágico. Ese orificio se encuentra en el diafragma que separa el tórax del abdomen. Por ahí pasa el esófago para convertirse de esófago torácico en esófago abdominal. Según unos últimos estudios, hasta un 20% de la población sufre hernia de hiato.

Puede llegar a ser muy incapacitante, obligando al paciente a tratamiento médico continuo y visitas médicas durante años antes de plantearse la cirugía.

Principales causas

Existen numerosas causas que explican la aparición de la hernia de hiato, entre ellas:

  • Obesidad
  • Factores constitucionales y anatómicos
  • Alteraciones musculares por edad avanzada
  • Hiperpresión abdominal mantenida
  • Realización de excesivo esfuerzo para defecar
  • Tos crónica
  • Vómitos frecuentes
  • Traumatismos abdominales

Síntomas de la hernia de hiato

Los síntomas más comunes de la hernia de hiato son el reflujo ácido, la acidez estomacal, disfagia, regurgitación, dolor en el abdomen y pecho, vómitos con sangre o dificultad respiratoria.

Algunos de las señales de alerta, pueden provocar otro tipo de enfermedades. El reflujo puede generar, irritación en el esófago que puede desembocar en un cáncer de esófago a largo plazo, además de otras patologías como disnea, neumonía o nuemonitis.

hernia de hiato

hernia de hiato

¿Cómo evitar la hernia de hiato?

Por desgracia, una de las principales causas de hernia de hiato es la edad avanzada, que es inevitable. Sin embargo, hay una serie de medidas a tener en cuenta para evitar esta enfermedad:

  • Evitar la obesidad, a través de ejercicio y una dieta saludable
  • Evitar los sobre esfuerzos de la musculatura abdominal

En el caso de los pacientes que ya padecen o creen que pueden padecer hernia de hiato, se recomienda:

  • No tomar alimentos que provocan la apertura del esfínter entre esófago y estómago cómo cebolla, chocolate, picantes, cafeína, especias, menta, hierbabuena, queso curado o alcohol.
  • No acostarse pronto tras las comidas.
  • Elevar el cabecero de la cama.
  • No fumar.