Angelines, más de cuatro décadas de entrega en nuestros quirófanos

Cuando Angelines Pinedo cruzó por primera vez las puertas del quirófano del antiguo Hospital de La Paloma, corría el año 1977.

La cirugía era entonces muy diferente: las jeringas eran de cristal, las gasas se lavaban y esterilizaban una y otra vez, y los monitores multiparámetros aún no existían.

“Teníamos que coger el pulso del paciente de vez en cuando para ver cómo iba, porque no había monitores”, recuerda Angelines. Su primera intervención fue una cirugía de estrabismo, el inicio de una trayectoria profesional marcada por la entrega, la serenidad y un profundo compromiso con sus pacientes y compañeros.

Con el paso de los años, su esfuerzo y capacidad de liderazgo la llevaron a asumir la coordinación del quirófano, un puesto desde el que ha sido testigo directo de una transformación sin precedentes en la historia de la medicina. “He vivido una evolución impresionante. Desde una apendicitis en la que se abría el abdomen entero hasta las cirugías mínimamente invasivas de hoy, en las que apenas queda una cicatriz. Antes una operación de colon suponía dos meses de ingreso; ahora, en pocos días el paciente está en casa”, explica. También vivió en primera línea momentos tan difíciles como la pandemia de COVID-19, en la que estuvo trabajando en la UCI del Hospital.

A lo largo de más de cuatro décadas de servicio, Angelines ha sido testigo de la profunda transformación del hospital: desde la adquisición por parte del Grupo Viamed hasta la fusión con la Clínica Santa Elena, hitos que marcaron el inicio de una nueva etapa de modernización y crecimiento.

Ahora, con motivo de su jubilación, todo el Hospital Universitario Viamed Santa Elena le rinde homenaje y agradece una trayectoria ejemplar, llena de profesionalidad, humanidad y dedicación.